Gran jornada para nuestro Benjamín Masculino 2017, donde el equipo se midió a Las Rozas. Más allá del resultado, las sensaciones fueron inmejorables, y fue un placer ver cómo el equipo por fin recogió los frutos del duro trabajo semanal.

Esta semana, pusimos el foco en tres aspectos clave: perfeccionar las entradas con tiro (buscando esa estabilidad y calidad), lograr un cambio de chip super rápido entre ataque y defensa, y mantener la concentración constante en cada ejercicio. Además, hemos hecho mucho énfasis en dos fundamentos que nos darán "puntos gratis": aprender a hacer bien las parejas en defensa (que cada niño tenga su rival asignado) y compartir el balón levantando la cabeza y sin botar.

El partido del sábado fue un claro reflejo de esta semana de compromiso. Vimos un equipo jugando al baloncesto de verdad, compartiendo el balón en la mayoría de las posesiones. Los chicos se atrevieron a jugar por fuera del triple de mayores, buscando la mejor opción y llegando a dar hasta cuatro pases seguidos para acabar en una entrada o un tiro. Esto es un avance tremendo en el juego colectivo. El único punto a mejorar es la efectividad debajo del aro: fallamos demasiado porque tendemos a apuntar directamente al aro en vez de usar el tablero. Pero es un detalle que seguiremos mejorando en el próximo ciclo de entrenamientos.

Queremos destacar a Ender, quien demostró que a veces solo es cuestión de atreverse. Por fin se animó a jugar el 1c1 y, al hacerlo, se dio cuenta de lo bien que se le da. Esto es una gran lección para él y para el equipo: la confianza es el primer paso para dominar cualquier faceta del juego.
Un partido en el que demostramos que cuando el balón se mueve y las ideas están claras, el equipo funciona a las mil maravillas. ¡A seguir con esta dinámica de trabajo y a perfeccionar la puntería!

Esta semana nos enfrentamos a Torrelodones Blanco (B), y la sensación que dejó el partido fue un claro reflejo de lo que vivimos en los entrenamientos. Ha sido una semana marcada por la indisciplina, la falta de detalle y un cambio de mentalidad nefasto que nos penalizó duramente en la cancha.

En las sesiones de la semana, no logramos ejecutar con detalle ni un solo ejercicio de técnica individual. Intentamos inyectar otros estímulos y diversión, incorporando elementos como globos y guantes para mejorar el manejo del balón, pensando que quizás la rutina se hacía aburrida. Sin embargo, ni siquiera estos cambios lograron despertar la concentración y la disciplina que buscamos. El objetivo principal de la semana era trabajar las entradas con tiro y no con bandeja (por la estabilidad y calidad que nos da), y machacamos el 1c1 hasta la saciedad. Desafortunadamente, nadie demostró esa chispa necesaria para el cambio de chip rápido en el 1c1. El viernes, subimos la exigencia: no se permitía continuar el ejercicio si había pasos de salida o dobles, introduciendo esa rigurosidad de la que tanto hablamos.

El partido del sábado fue una copia exacta de los entrenamientos. Fuimos tarde a todo: sacábamos andando, no aguantábamos el 1c1 defensivo y, en general, no estábamos activos. El baloncesto se basa en una mentalidad de ataque constante: atacar para robar, atacar para anotar y atacar para recibir. Cuando no hacemos eso, dejamos de ser competitivos. Estar concentrados y poniendo detalle en cada repetición es crucial, no para que salga perfecto a la primera, sino para que haya una actitud de intento constante, sin importar el error.

Tenemos plena confianza en que una semana dura de entrenamientos nos reconducirá. Este "toque de atención" es necesario para volver a entrar en una buena dinámica y estar preparados mentalmente para cuando nos toque jugar contra los equipos más fuertes. La capacidad de este equipo es enorme, pero el talento no sirve de nada sin orden y disciplina.

El partido ha terminado, pero la semana de trabajo empieza ahora. Solo con compromiso, esfuerzo y un cambio de actitud podremos demostrar lo que este equipo es capaz de hacer. ¡A trabajar duro!

Esta semana, al no tener jornada oficial, decidimos buscar un amistoso de mucho nivel contra un equipo excelente. Aunque el resultado nos demostró que todavía estamos lejos de la élite, el partido nos vino de perlas para espabilar y ver dónde tenemos que poner el foco de nuestro trabajo. Fue un jarro de agua fría muy necesario.

La semana de entrenamientos tuvo altibajos. Empezamos el lunes con muy buena energía, volviendo a concentrarnos en la técnica individual y en el 1c1 desde distintas situaciones, y el resultado fue un entrenamiento de gran calidad. El martes introdujimos un concepto un poco más complejo y de pensar, lo que inicialmente provocó un pequeño "colapso" en el equipo. Nos costó, pero con paciencia, logramos entender la idea al final de la sesión. El viernes cerramos la semana con un buen trabajo en situaciones de superioridad y en 3c3, con el objetivo de que todos estuvieran fuera del triple y pensaran con el balón mientras jugaban.

El partido fue un encuentro duro y exigente. Empezamos bien, con la intensidad necesaria y defendiendo con ganas, pero poco a poco el ritmo altísimo del rival nos fue arrollando. Este tipo de encuentros son los que más enseñan. Nos recordó una lección clave: defendiendo bien, atacamos mejor. Vimos que seguimos en la misma dinámica de la semana pasada, y es que si no levantamos la cabeza nada más recuperar el balón, el rival nos lo quita con facilidad. También debemos mejorar nuestra atención: si nos acercamos mucho al balón, nuestro defensor se acerca con nosotros y dificulta el juego. Y, por supuesto, necesitamos entrar mucho más duros a canasta para que no nos intimiden.

El Benjamín Masculino 2017 ha sumado otra victoria esta semana contra Majadahonda, y lo más destacable del encuentro fue, sin duda, la intensidad que mostraron en la cancha. El equipo estuvo muy activo, especialmente en el ataque, donde vimos a los chicos atreverse con muchísimas entradas a canasta con determinación, demostrando valentía para encarar a los rivales.

Esta semana de entrenamientos ha sido muy enfocada en los fundamentos individuales. Cada día hemos trabajado la técnica individual, haciendo hincapié en la coordinación, el uso de ambas manos para ser más completos, y en aprender a defendernos en la posición de "sándwich" (entre el atacante y la canasta). Tanto el lunes como el miércoles dedicamos muchísimo tiempo al 1c1 para que los jugadores sigan ganando confianza. El viernes dimos un paso hacia el juego colectivo con ejercicios de 2c1, 2c2 y 3c3, buscando aplicar todo lo aprendido en situaciones de juego real.

A pesar de la victoria y de la buena actitud, hay aspectos que tenemos que pulir. Vimos que aún nos cuesta levantar la cabeza en ataque, lo que nos impide ser más generosos con el balón y pasar al compañero que está en mejor posición. Además, tenemos que mejorar en las transiciones, ajustándonos más rápido cuando el ataque se convierte en defensa y viceversa. Pero, quizás lo más importante, es que hablamos muy poco. La comunicación constante y correcta es vital en defensa para ayudarnos y en ataque para ordenar el juego, ¡y es un aspecto que debemos mejorar urgentemente!

Primer partido oficial del Benjamín Masculino 2017 y primera victoria de la temporada, ganando a Pozuelo por casi 30 puntos. Más allá del resultado, el partido sirvió para ver todo lo que hemos trabajado esta semana y lo que todavía podemos mejorar.

El lunes nos centramos en la técnica individual: practicamos pivotes, paradas y diferentes finalizaciones para aprender a controlar mejor el cuerpo y decidir con calma antes de tirar.El miércoles seguimos con la misma idea, pero añadimos el 2c1 ofensivo. Aprendimos a jugar en equipo, a movernos mejor sin balón y a aprovechar los espacios para atacar con más sentido.El viernes hicimos una mezcla de todo y jugamos 3x3, para llevar lo entrenado al formato de partido. Así pudimos ver cómo se aplicaban las cosas en situaciones reales y cómo tomar decisiones rápidas con compañeros y rivales.

Empezamos el encuentro el Sábado poco activos y algo dormidos, cosa que nos hace aprender que calentando tengo que estar a tope para cuando empiece el partido. Nos costó defender, dejábamos tirar demasiado fácil y no fuimos valientes al atacar. Pero tras el descanso, el equipo cambió por completo.En la segunda parte jugamos con más energía: defendimos mejor, robamos balones y corrimos con decisión hacia el aro. Cuando lo hicimos, el juego fluyó y llegaron las canastas.Tenemos que seguir mejorando en cosas clave: ponernos siempre entre nuestro jugador y la canasta, hablar más en defensa y mantener la concentración en todo momento. Son detalles que marcan la diferencia.