Semana buena pero no al máximo nivel, como os he dicho en más de una ocasión, el conformismo acaba con darnos un golpe muy grande un día, y no queremos eso.
El sábado llegamos justas al pabellón, a la hora de comer. Nos costó entrar al encuentro y así pasó: primer cuarto muy… mejorable hasta el punto de no jugar a nada.
Tras una pequeña bronca en el cambio de sexto, levantamos la cabeza y rompemos el partido a través de: una buena defensa individual a pesar de la diferencia de permisividad en contactos, una mejora en la defensa colectiva a todo campo y en nuestro papel de pistoleras.
Esta imagen es la que debemos de seguir trabajando, sabiendo que cada día la importancia de aprovechar cada sesión y cada segundo de ellas es vital para seguir mejorando.

La semana de trabajo podríamos calificarla como irregular: nos encontramos en un momento en el que los resultados son buenos pero nos cuesta mantener la concentración durante la semana es irregular. Queremos más y para ello aprovechar y crecer cada momento en cada entrenamiento.
El sábado vimos a un equipo que quería salir a darlo todo: esa mentalidad duró poquito, ya que nos pusimos al nivel del rival muy pronto. Fuimos arriba pero con muy poca intensidad defensiva, y un poco egoístas de cara al aro. Pedimos desde la banda intensidad defensiva y que en ataque hubiera dos o tres pases para poder ir al aro.
Debemos de querer crecer cada segundo para seguir mejorando y no arrepentirnos en un futuro.

Nueva semana en la que el trabajo que realizamos durante toda la semana es bueno y pero al salir de nuestro Cervantes Arena… creo que podemos ir mejor, nos falta esa chispa, esa subida de marcha que nos haga seguir creciendo y no ser conformistas.
Con la llegada del sábado vino el frio y nuestro viaje a Navalcarnero. Fuimos bastante despiertas en el bus y con ganas, pero al llegar, nos encontramos con un partido que se alargó antes. No se si fue el motivo de que entráramos tan dormidas…
Sexto a sexto íbamos con la misma dinámica: defensivamente no queríamos ser duras, no ayudábamos y el muro que debemos ser era inexistente. Pero ofensivamente… tampoco, fuimos egoístas y no queríamos ayudar ni con espacio ni con movimiento al balón.
Hay que seguir, pero quiero que hagamos la siguiente reflexión: Se que os gusta este deporte, pero gustar no es lo que va hacer que mejoréis, ya que para ello se necesitan los detalles siguientes: esfuerzo al 100%, salir de la zona de confort y trabajo duro

Tras un parón por festividad en la comunidad, volvíamos a tener partido mañanero, pero antes de esto tuvimos una semana de trabajo de mucho nivel.
Las tres sesiones fueron buenas, a un buen nivel en la que nos enfocamos en dos aspectos: trabajar muy duras a nivel defensivo desde el 1c1, en inferioridad para sacar nuestras a nuestras pistoleras de confianza y en igualdad para buscar cambiar defensas y ayudar si rompen a una compañera. Por otro lado, en el trabajo ofensivo seguimos buscando dureza en el 1c1 y mucho ritmo como equipo, viendo quien tiene la ventaja y quien nó.
El partido comenzó en cambio... un poco espeso: estábamos dormidas, nos costaba ir al aro y fallamos mucho, a lo que le sumamos que comenzamos sin ganas de cerrar el rebote. Esto fuimos capaces de arreglarlo y dimos un paso más en ganas y actitud, lo que nos llevó a mejorar y poder trabajar al nivel que de verdad queremos estar.

Tras dos meses de pretemporada, varios amistosos y un primer partido no jugado, comenzaba nuestra andadura en la liga.
La semana fue buena, con trabajo y mejora desde el primer día, pero sí que nos cuesta mantener la cabeza todo el tiempo en el entrenamiento, despistándonos fácilmente.
El sábado, se notó que habíamos dormido poco y que estábamos nerviosas, pudiendo ver dos partidos diferentes:
-Una primera parte floja, con poca intensidad defensiva y mucho error por individualismos continuos de cara al aro.
-La segunda parte… sí fuimos nosotras: defensa dura, ayudas y volar la pista. ¡Así, divertidas y activas!
¡Ahora toca seguir y no parar!