Ambientazo en el Juncal de Alcalá de Henares para el primer partido de la serie de cuartos de final del playoff. Lleno en la grada, bombos, gritos y un público muy enganchado a la idea de "vengar" a sus verdugos del año anterior. Nosotros empezamos el partido completamente fuera en defensa, intentando una defensa alternativa en individual y en zona 3-2, que lejos de desincentivar su juego exterior hizo que metieran prácticamente todo lo que tiraron. Un primer cuarto de manual de los complutenses que nos dejó completamente tocados y fuera del partido cuando todavía no acababa de empezar, su presión a toda cancha nos generó muchísimas pérdidas y puntos recibidos en situaciones de 1c0. Agotados los tiempos muertos en los primeros siete minutos el equipo encajó un 37-15 en el primer cuarto. Cuando todo parecía que se derrumbaba y que de ahí íbamos a salir completamente escaldados el equipo fue capaz de vertebrar cierta solidez defensiva. Vicente Huertas e Iván Emilov, refuerzo del junior b, lograron mantener al equipo en ataque, pero sobre todo el cambio a individual y la defensa cerrada en el poste bajo, unido a la rebaja en el porcentaje de acierto exterior, consiguieron que el rival se quedara estancado en 14 puntos para llegar a un 51 - 32 al descanso, una cifra mucho más accesible y unas sensaciones mucho mejores. Tras el descanso consigna clara, partido nuevo y no nos rendimos. Si hay que perder se pierde pero se pelea hasta el final, a estas alturas no hay nada que perder y tenemos todo el orgullo que defender. Tras un comienzo de tercer cuarto titubeante recuperamos el juego del segundo cuarto, peleando el balón en el poste bajo, corriendo siempre que se tuvo ocasión y no dejando al rival jugar cómodo en la pista. Así ganamos también el cuarto y nos pusimos 52-68. Un reto mayúsculo para el último cuarto pero no imposible, ya que ahora quienes estábamos cómodos en la pista éramos nosotros. Así los primeros cinco minutos de cuarto mantuvimos la intensidad, llegando a colocarnos en 72-61, a partir de ahí el físico nos empezó a castigar y la precipitación provocó varios errores en ataque que Alcalá supo castigar colocando la diferencia final de 87-63. Muy orgulloso de los jugadores que supieron reaccionar tras un comienzo desastroso y que, dadas las condiciones, hicieron un partido muy serio.

Semana de trabajo en la que no hemos podido contar con todo el equipo ningún día, ni tan siquiera el viernes. Algunos jugadores arrastraban problemas físicos derivados del partido anterior y otros han tenido problemas con los estudios. Tras el resultado de la semana pasada se plantean los dos partidos que quedan como dos exámenes a los que nos presentamos con una certeza, derivada de los resultados de nuestros rivales: con ganar uno de los dos partidos estamos en play-off. Así de sencillo. No obstante y habida cuenta de las bajas y la imposibilidad de contar con refuerzos tan solo podemos contar con 7 jugadores para afrontar el primer partido.
Nos enfrentamos al lider como visitantes en el pabellón de Alameda de Osuna. El partido comienza con unos primeros tres minutos y medio en los que logramos anotar y defender con cierta solvencia, especialmente cerrando el rebote defensivo. Sin embargo a partir del cuarto minuto nos atascamos en ataque y, especialmente, en defensa. Nos dominan el rebote y encuentran facilidad en los tiros exteriores con unos buenos porcentajes. El parcial provoca la primera brecha en el marcador y hace que los locales se vayan a +15, no obstante un buen final de cuarto logra mantener esa distancia e incluso reducirla. Al comienzo de segundo cuarto reducimos la diferencia a +12 y a partir de ahí nos borramos del partido, un auténtico vendaval ofensivo rival y nuestro nerviosismo en ataque provocan continuas pérdidas de balón y canastas al contraataque locales, cuando no logran correr son capaces de encontrar posiciones exteriores tras mover el balón y, sobre todo, el dominio del rebote les permite segundas y terceras opciones de canasta. Tras este cuarto el partido está ya roto. 50-14 en el marcador y una completa sensación de impotencia. Y sin embargo a partir de ahí nos planteamos un nuevo objetivo, nos planteamos pelear por ganar la segunda parte y recuperar sensaciones y poco a poco lo vamos logrando, gracias también a las rotaciones del equipo rival que quita centímetros y kilos de la pintura y nos permite recuperar el rebote, a partir de ahí logramos poco a poco trenzar mejores jugadas, encontrar mejores opciones de tiro y, en definitiva, volver a jugar con más criterio. Al final del partido 79-44, y logramos ganar el marcador de la segunda parte, que aunque sea un consuelo menor nos lleva a plantearnos porqué esa total desconexión del segundo cuarto.
En lo personal debo reconocer mi total desacierto en las decisiones tomadas y en la inacción, incapaz de encontrar recursos con los que lograr parar el torrente de juego rival. No haber pedido un solo tiempo muerto en todo el segundo cuarto, no haber propuesto un cambio de defensa o simplemente repetido unas cuantas veces las jugadas que ya conocemos para cuando no encontramos soluciones ofensivas en el juego por conceptos.
Toca seguir trabajando porque la semana que viene, esta vez sí, nos lo jugamos a una carta.

La de este partido podría ser la historia de una temporada que pudo ser y no fue. Por múltiples factores, por errores propios y ajenos, por una suma de elementos que de forma aleatoria se conjugan para que un objetivo no se cumpla. En esta semana nos jugábamos la preparación al partido clave de la segunda fase, ya que éste era la bisagra para poder pasar desahogados al playoff o, por el contrario, sufrir hasta el último día. Errores propios, decía, porque no fuimos capaces de prever que la convocatoria de Alvar y Carlos con el senior era muy ajustada para cumplir con ambos compromisos, y así fue como, al no haberlo previsto, no llegaron a tiempo de ser incluidos en el acta. Dos bajas desde luego muy sensibles. El partido en Las Rozas lo cierto es que fue vibrante, competido y bonito de jugar. Eso sí, nos hicieron jugar a lo ancho, con unas dimensiones del campo completamente fuera del reglamento, algo impropio de A1.
Empezamos con intercambio de golpes, un primer cuarto con ciertas imprecisiones y mucha carrera que deja las cosas casi como al principio, 15 - 17 al final del cuarto. El segundo sin embargo empieza con un problema muy común en nosotros, los despistes y los desajustes en determinados momentos del encuentro. Los primeros dos minutos del cuarto y los últimos dos minutos del cuarto desaparecimos propiciando que se fuera 11 puntos arriba. Desajustes en la defensa del contraataque, falta de comunicación a la hora de parar el balón para permitir el balance fueron clave para que los locales anotaran con facilidad. Tras el descanso y con 27 - 38 en el marcador volvimos a tardar un par de minutos en carburar, para remontar un -17 que parecía una montaña. Sin embargo fijamos una zona 23 y perdimos muchos menos balones, por lo que evitamos que nos corrieran el contraataque y poco a poco, gracias al mayor acierto en el tiro exterior a la posibilidad de contraatacar y jugar rápido por nuestra parte la brecha se fue haciendo cada vez más pequeña, 54 - 46 al final del tercero, y todavía estaba por llegar (casi) la remontada. Un triple de Jorge y otro de Vicente nos colocaban a tres puntos a falta de cinco minutos para el final, habíamos entrado de nuevo de lleno en el partido y sin embargo a partir de ese momento nuestro juego se volvió espeso y lleno de dudas, muy precipitado en la toma de decisiones y de errores no forzados. La defensa concedió dos triples para que los locales se fueran de nuevo a +9 y otro triple de Vicente nos colocó en 67-61 para los locales, todavía quedaban dos minutos para la remontada, sin embargo nosotros seguimos atascados en ataque y ellos anotaron los tiros libres en las faltas rápidas que cometimos en el último minuto para llegar al definitivo 70-61. Lástima porque el rendimiento fue de menos a más, para terminar siendo otra vez a menos. Sin duda echamos de menos a Alvar y Carlos y ahora queda por delante la tarea de tener que ganar forzosamente uno de los dos partidos que nos quedan.

Esperábamos este partido para poder quitarnos la espina de la ida, en la que tras mucho nadar nos ahogamos en la orilla. Aquel partido, como recordaréis, lo perdimos en una prórroga para olvidar. Ayer se dieron varios factores que explican la victoria. El primero de todos que por primera vez en mucho tiempo la semana de entrenamientos fue buena. Eso posibilitó, particularmente el viernes, trabajar cosas que ya conocíamos y ahondar en conceptos básicos, tanto ofensivos como defensivos. Pudimos meter intensidad y de ahí que fuéramos capaces, durante el partido de aplicar todo aquello que habíamos entrenado. El partido en sí fue muy igualado, como lo fue el de ida, pero en esta ocasión con un marcador mucho más bajo, especialmente durante el segundo cuarto, muy caracterizado por los errores en ataque. Todo el primer tiempo fue un intercambio de golpes, y una sucesión de errores, que permitieron que ninguno de los dos equipos se quedara descolgado en el marcador. Nosotros dispusimos de varias oportunidades para haber roto el marcador desde el principio, sin embargo fallamos debajo del aro y nos entraron las dudas. El segundo tiempo dejó atrás las dudas iniciales y fue mucho más vistoso para el espectador, con un intercambio de golpes que evidenciaban errores defensivos por parte de ambos equipos. Por nuestra parte sufrimos mucho debido a la presión en todo campo que dispuso CDV y que no acertamos a romper con claridad, abusando en exceso del bote y cayendo en las trampas que sistemáticamente nos tendían. Cuando peor lo estábamos pasando, sin embargo, uno de los juniors que habían subido a echar una mano tomó el mando del partido y logró romper la presión, permitiendo canastas fáciles debajo del aro. Desde el minuto 5 del tercer cuarto, aproximadamente, la dinámica del partido se puso a nuestro favor, encadenando una serie de ataques rápidos que nos metieron de lleno en la lucha por el partido. Así llegamos al último cuarto con 42-43 para CDV. El último periodo, liderados por Javier González, anotando y asistiendo, y por la excelente defensa en zona que logramos tejer, ayudando, reemplazando y siendo muy agresivos sobre el balón, logramos un definitivo parcial de 20-10 que nos dejó la victoria en casa. Muchas buenas noticias en el mismo partido. En primer lugar la gran dispersión en la anotación que habla de un trabajo de conjunto muy bueno. En segundo lugar haber dejado al rival en el entorno de los 50 puntos, muy por debajo de la media que, lamentablemente arrastrábamos. En tercer lugar haber ganado a un rival directo en la lucha por la clasificación.
Como nota negativa la técnica en el último segundo a Mario López quien cayó en una provocación de manera innecesaria. No influyó en el resultado pero podría haberlo hecho de haber ido el partido más apretado. Son cosas que hay que aprender a medir y tener presente en todo momento qué es lo importante.

Somos muchos los que repetimos constantemente que se juega como se entrena, y que no por repetido dejamos de creer firmemente en este principio. Sin embargo cuando no se entrena pues es más difícil aún pretender rendir en un partido. En el caso de la visita a Rivas nos fuimos escaldados de un partido por el que apenas transitamos en ningún momento. Si acaso aguantamos un poco el tipo durante el primer cuarto hasta la última acción del mismo. Con empate a 14 y a falta de poquísimos segundos nos encestaron el clock shot... yéndonos 3 abajo. De ahí nos cayó un vendaval anotador por parte del equipo local, mezclando juego interior y exterior, liderados por su jugador número 11, que estaba en todas las batallas, para ganarlas. Charla en el descanso, enfado monumental, caras largas... algo demasiado frecuente, por desgracia, en este equipo. No obstante salimos muy enchufados en el tercer cuarto, lo que nos duró el oxígeno y las piernas. Logramos anular a su principal amenaza ofensiva y ponernos a cuatro puntos del rival, 46-42 en el minuto 6, gracias a sendos triples de Jorge y de Vicente. A partir de ahí volvimos a las andadas, a las soluciones individuales a problemas colectivos y a la inadecuada intensidad defensiva. El cuarto cuarto no tuvo mayor historia, más de lo mismo de un partido que sacó algunos de nuestros peores defectos y que sirvió para encender la luz roja de alarma.

El viernes entrenamos cuatro jugadores. Lo raro habría sido ganar. Salimos a competir, con poca convicción y la sensación polar que presidía el pabellón. Mucho frío en el ambiente, en la grada y en el equipo. El senior masculino acababa de hacer una sobresaliente actuación frente al senior de Soto y nosotros no nos contagiamos ni siquiera de la actitud. Ni rastro de una seña de identidad, una idea de juego o un ápice de orgullo. Brazos caídos, caras largas y la costumbre extendida de intentar arreglar las cosas en arrebatos individuales. Lo mejor del partido fueron los primeros cinco minutos con un brillante David Rodríguez y Esteban Popa que desde el cinco inicial anotaron nueve puntos de forma consecutiva con un parcial que pronto se vio como un espejismo. A los problemas musculares de David en el minuto cinco y cuando mejor lo estaba haciendo se sumó el acierto exterior del rival, que nos adelantó en el marcador. Segundo cuarto de intercambio de golpes en el que logramos empatar el partido a falta de dos minutos para el final en el que nos volvieron a meter un triple sobre la bocina. A partir de ahí el tercer cuarto fue una hecatombe en ambas mitades y se nos fueron a +18, diferencia que no pudimos recortar, es más, llegaron a irse a +25. Al final logramos maquillar el resultado gracias a una buena actuación en el poste de Esteban Popa que recibió varias faltas que le llevaron a la línea de tiros libres. El partido refleja un momento muy malo en el que el equipo necesita herramientas para poder agarrarse a una idea de juego. Imposible dar herramientas si no se entrena.

Con mucho trabajo y un punto de buena suerte se logró la victoria en la tercera jornada de la segunda fase. Toda la buena suerte que se nos negó en la jornada anterior apareció en esta, particularmente en forma de desacierto en el tiro exterior por parte de nuestro rival.

Tras una semana difícil, con varias bajas y ausencias debido a exámenes, en la que apenas pudimos trabajar ideas nuevas, llegamos al partido con tres refuerzos del equipo junior. Un partido en el que nos costó mucho entendernos en el campo de ataque, con jugadas muy poco elaboradas faltas de criterio colectivo del juego. Pusimos todo en manos del acierto individual en el uno contra uno y en la brillantez de algunos jugadores en el tiro exterior. No obstante el partido fue un constante intercambio de golpes en los que el rival nunca llegó a romper el partido. Durante la segunda parte cambiamos la defensa a una zona 23 que mantuvimos durante todo el resto del partido ya que Las Rozas, aunque encontraba situaciones de tiro más o menos desahogadas, no tenía un día acertado de cara al aro. El dominio del rebote defensivo por primera vez en mucho tiempo y posibilidad de correr el contraataque nos permitió no sólo no perder de vista el partido sino a falta de dos minutos ponernos por delante en el marcador. No obstante a pesar de los aciertos en el tiro del tramo final del partido, cuando teníamos una ventaja relativamente cómoda para el tiempo que quedaba, no supimos jugar con inteligencia nuestra ventaja y permitimos un final apretado en el que nos podrían haber dado un susto como la semana anterior. Finalmente el resultado quedó en dos arriba para nosotros lo que nos permite, por qué no, pensar en el play-off.

Partidos como el de Vallecas son los que hacen que entrenar sea algo realmente maravilloso. A lo vivido allí es difícil encontrarle una explicación razonable y puramente deportiva. Fueron muchas cosas a la vez pero casi todas relacionadas con el aspecto mental del juego. Un partido de ida y vuelta, vibrante, y con alternativas en el marcador que nunca se fue más allá del rango de más menos diez puntos. Cada cuarto dominado por un equipo para llegar a un final de infarto con fallo de tiro libre por parte de UBV incluido. Pero antes de llegar al final del partido hay que hacer un inciso y destacar el carácter que mostró el equipo durante buena parte del partido, carácter y buen juego por momentos, en el partido más completo que hemos jugado en lo que va de temporada. Remontando un marcador adverso logramos ponernos por delante justo al final del partido y en la antepenúltima posesión nos cobramos una falta con tiros. Fallamos el segundo y nos ponemos en más 2 a falta de una posesión. Tiempo muerto del rival para planificar un ataque y nosotros aprovechamos para cambiar la defensa, entendiendo que el rival prepararía un ataque contra la defensa que habíamos dispuesto en los últimos minutos. El objetivo es claro, evitar el triple a toda costa. Se reanuda el juego y tras dos rebotes ofensivos logran canasta. Cinco segundos por jugar, y aquí mi principal error, y no pido tiempo muerto. Mario se cruza el campo en un coast to coast de los que tanto le gustan y se la juega en una penetración en uno contra uno que escupe el aro. Entra muy limpio y no busca forzar la falta para conseguir al menos dos tiros. Partido que, por lo tanto, se va a la prórroga.

LA PRORROGA.

La prórroga merece una crónica aparte. Corta y sencilla. No salimos a la cancha. Exhaustos y mentalmente atenazados, pasamos cinco minutos a merced de un rival nuevo y completamente desconocido que nos barre por completo de la pista, haciendo los cinco minutos de baloncesto más largos que jamás hemos disputado. Con una variedad de recursos insólita, con una superioridad aplastante en el rebote y un acierto escandaloso en los tiros exteriores nos hacen un redondo 20-0, inexplicable a tenor de lo visto durante los 40 minutos anteriores. Por lo que nos volvemos escocidos con un sabor agridulce por haber sido capaces de competir durante mucho tiempo, y enfadados por ese bajón final que nos hace irnos con la sensación de haber recibido una paliza.

en todo caso muy contento con la actitud del equipo y las sensaciones en la cancha. En esta fase nos lo vamos a pasar muy bien.

El primer partido de la segunda fase se saldó con victoria local muy trabajada desde el primer minuto. El equipo supo mantener el equilibrio en defensa y en ataque y logró que casi todos los jugadores aportaran en el marcador. La semana arrastraba muchas dudas ya que los entrenamientos no habían sido del todo buenos, el ritmo tras las vacaciones no parecía el adecuado y la proximidad de los exámenes hizo que varios de los jugadores se perdieran alguna sesión. No obstante pudimos contar con la presencia de Mario y de Dani, ya retornado de Canarias. La aportación de ambos fue decisiva no solo por sus puntos y su presencia sino por la capacidad para arrastrar al resto del equipo a lucir su mejor versión, en esta ocasión alejada de sus principales problemas del 2016. No sólo se movió el balón con criterio desde el perímetro, además, se logró generar mucho juego desde el lado débil, funcionaron muy bien las lecturas de los jugadores sin balón y los cortes desde lado débil generaron mucho peligro.
En el aspecto defensivo funcionó la apuesta de mezclar defensa individual y zona y con ello generamos dudas en la organización del ataque rival, dudas que se tradujeron en pérdidas, con sus correspondientes contraataques, y violaciones de 24 segundos.
En resumen las vacaciones parece que han sentado bien y el equipo encara la segunda fase con otra actitud. Toca seguir trabajando todos aquellos aspectos en los que arrastramos dificultades, pero sin duda una formidable noticia y una inyección de moral para todos nosotros.

Hemos vuelto a caminar hacia atrás y deshacer el buen trabajo que habíamos venido haciendo en las semanas anteriores. Diciembre nos está sentando bastante mal y la buena noticia es que hasta enero no tendremos más entrenamientos ni competición. El equipo se sigue rompiendo en las posesiones largas, no hay continuidad en el juego y se abusa del bote. Desde lado débil apenas se genera movimiento y los jugadores al poste no logran fijar a sus rivales y recibir. Con todo el equipo compite durante tramos del partido si bien, como acostumbra, se desconecta durante varios minutos, circunstancia que aprovechan los rivales para castigar con parciales que, a la larga, resultan imposibles de recuperar. En defensa pagamos los errores ofensivo recibiendo puntos en contraataque y transición, en estático nos defendemos realmente bien pero no dominamos el rebote, con lo que concedemos segundas y terceras opciones. Mucho trabajo por delante. Toca esperar rivales para la nueva fase y confiar en la plena recuperación de Alvar para encarar el segundo trimestre. Empezaremos a trabajar cosas nuevas y a "grabar" nuevos movimientos básicos en el disco duro colectivo.

Semana muy floja para el Sub21. Entrenamientos sin intensidad y con constantes quejas. El equipo muestra su lado más infantil e inmaduro y eso se refleja el domingo en la cancha, donde no somos capaces de ofrecer soluciones frente a un equipo que físicamente no es más alto ni más fuerte pero que, sin embargo, nos domina por completo el rebote en ambas zonas. Desaparecido nuestro juego interior, en particular en el segundo cuarto, el equipo tiene que recurrir a las posiciones exteriores, menos fiables que en ocasiones anteriores.
No obstante el partido empezó con el equipo enchufado, plantando cara y defendiendo con mucha garra lo que permitió llegar empatados al final del cuarto. Sin embargo ya desde el principio evidenciamos uno de nuestros mayores problemas, la defensa del uno contra uno y la segundas ayudas. Rápidamente jugadores se cargan de faltas al llegar tarde a la ayuda de sus compañeros y en el segundo cuarto con las rotaciones el rival empieza a irse en el marcador, en particular a partir del minuto 5 se llegan a poner a 11 puntos; una tímida reacción al final del cuarto coloca las cosas en 26-33 para los visitantes. Durante el segundo tiempo el equipo saca muestras de orgullo pero no resuelve sus principales problemas y el partido se va desarrollando en un constante intercambio de canastas que no llega a hacer peligrar la ventaja del rival. Destacar también el 2 de 8 en tiros libres de los últimos cinco minutos de partido que sin duda habrían complicado un poco más al rival de cara al final.
La conclusión es que hemos dado un paso atrás y debemos trabajar mucho la defensa, el cierre de rebote y las rotaciones defensivas.

Homenajeando a Fray Luís de León y su famoso "decíamos ayer", la semana pasada titulábamos la crónica: "Ya estamos aquí" y efectivamente ya estamos. Mayor implicación en los entrenamientos, mejor nivel de intensidad y más participación implican poder trabajar más cosas y que, a la postre, ese trabajo tenga un resultado positivo en el partido. Ayer frente a Arganda el equipo se vio en todo momento por delante en el marcador y se sintió con confianza para practicar gran parte de las acciones ofensivas trabajadas a lo largo de la temporada. Liderados por un muy destacado Manu Aparicio el equipo supo imponer su juego y disfrutó durante los primeros dos cuartos de un envidiable porcentaje de tiro, especialmente desde la línea de tres puntos que permitió conseguir una renta cómoda. El trabajo en defensa propició errores del rival y tiros precipitados. Un gran partido en conjunto que se saldó, sin embargo, con la baja de Jorge Sanz, por un esguince, cuando estaba a punto de ser sustituido en el último cuarto. Esperamos que se pueda reincorporar a la dinámica del equipo lo antes posible.

A veces cuesta empezar a escribir una crónica positiva cuando se llevan siete derrotas consecutivas y el mensaje que se quiere transmitir es optimista, sin embargo lo mejor del partido contra Las Rozas y de la semana de entrenamientos es precisamente que cada día estamos un poco mejor. Cuesta dirigirte a tus jugadores y decir que estás contento y cuesta más aún intentar transmitir confianza en que la línea que se está siguiendo es la correcta, a pesar de los resultados. Pero la línea es claramente ascendente. El lunes el entrenamiento fue muy bueno, terminando en un 5x5x5 conjunto con el senior en el que los entrenadores nos lo estábamos pasando mejor que los propios jugadores viendo el espectáculo que estaban dando. El miércoles se trabajaron conceptos en 5x0, recordando algunos movimientos clave y practicando alguna jugada nueva. Y el viernes se trabajaron conceptos en 3x3 y en 4x4, especialmente movimientos al poste y desde el poste.
Centrándonos en la crónica del partido se puede resumir en que seis malos minutos en ataque nos separaron del triunfo. Justo los seis minutos del segundo cuarto en los que nos quedamos clavados sin anotar dejando que el rival se fuera hasta casi 20 puntos a su favor. A partir de ahí el tercer y el cuarto cuarto fueron una carrera de persecución en los que las distancias se fueron poco a poco acortando hasta que a falta de dos minutos nos pusimos a cuatro puntos. Imprecisiones en ataque y precipitación impidieron que nos lleváramos el partido pero las sensaciones del conjunto fueron básicamente positivas.
En mi contra debo decir que debí haber pedido un segundo tiempo muerto a falta de 50 segundos para forzar una falta rápida y, quizás, tener alguna opción. También debo criticarme a mí mismo no haber sabido dar más minutos a algunos jugadores en particular, hecho este que ya traté con ellos personalmente pidiendo disculpas por haberme traicionado a mí mismo dejándome llevar por el resultado y haciendo una lectura errónea del juego.

Semana corta debido al descanso del lunes por el puente de todos los santos, que vino muy bien para descansar y dejar posar muchas de las malas sensaciones con las que habíamos terminado el partido anterior. Tal fue así que el miércoles tuvimos una charla de más de media hora en la que analizamos entre todos de manera pormenorizada el significado de la palabra RESPETO. Terapia de grupo que nos sirvió para soltar lastre y dejar atrás malas sensaciones y alguna que otra rencilla que estaba empezando a anidar. Tras la charla el entrenamiento fue realmente bueno, corto pero intenso. De la misma manera el viernes se alcanzó un buen nivel de intensidad y de concentración a lo largo de la sesión, seguimos trabajando conceptos ofensivos colectivos y un poco de tiro. El domingo llegamos al partido, primero de la segunda vuelta, frente a un rival que nos había destrozado en la ida. Sabedores de su potencia física y técnica planteamos un partido con objetivos parciales alejado del resultado, incidiendo en el comportamiento colectivo, el uso del ego en beneficio del grupo y el sacrificio defensivo. El partido, esta vez sí, nos dio muchas alegrías ya que fuimos capaces de mejorar gracias a la talla del rival. Con un adversario mejor en cada uno de los aspectos del juego supimos sacar carácter, enlazar buenas jugadas ofensivas (independientemente de si terminaban en canasta o no) y trabajar conceptos defensivos que seguro nos serán muy útiles más adelante en la temporada. Dicho esto nos bastaban 90 segundos de desconexión para que el rival enlazara parciales de 10-0, y esto explica la diferencia tan grande en el resultado, que se debió a varios momentos muy puntuales en los que el equipo perdió la concentración y permitió canastas fáciles. En general la sensación de los entrenadores es mucho mejor, la moral de equipo parece haber mejorado también y la gran noticia negativa del día fue la lesión en el tobillo de Alvar, que seguramente le mantenga alejado de las pistas como mínimo un mes.

Empezamos la semana preguntándonos porqué habíamos dejado escapar el partido del domingo anterior en casa de Salesianos de Atocha. Salesianos son líderes de la competición y han cerrado la primera vuelta invictos, sin embargo, paradójicamente, nuestro mejor partido lo jugamos contra ellos. El objetivo pues se iba centrando en mejorar las sensaciones en el juego colectivo, muy anárquico en muchas fases de aquel partido. Para ello se planificó toda la semana centrándonos en movimientos ofensivos coordinados y en una delimitación de nuestros movimientos más habituales, para lograr crear un habito ofensivo. Queremos seguir creciendo desde el sistema universal y no renunciamos a él a pesar de los resultados negativos que estamos teniendo.
Sin embargo llegamos al partido de nuevo muy fríos, recibiendo un parcial en contra que nos saca de inmediato del partido y que nos obliga a tener que nadar contracorriente desde el primer momento. Los primeros ocho minutos somos un equipo a merced del rival, sin ideas en ataque, atascados y con lagunas defensivas producto de nuestras dudas en ataque. A partir del minuto ocho empezamos a recobrar confianza y el equipo empieza a carburar un poco, comenzamos a jugar algo mejor y logramos parar la hemorragia de puntos que nos estaban metiendo, sin embargo para entonces ya tenemos una brecha en el marcador demasiado grande como para poder pensar en ir a por el partido. Por lo tanto nos ponemos otros objetivos parciales y empezamos a probar cosas nuevas, algunas de las cuales resultan muy interesantes. Lo peor sin duda la gestión de la frustración de algunos jugadores. Tenemos un reto muy fuerte en cómo trabajar en el plano emocional con ellos. Lo mejor el ver que por momentos logramos enchufarnos y durante esos ratos, si bien escasos, demostramos que somos capaces de hacer un buen baloncesto, generamos ventajas y atacamos con criterio.

La semana de entrenamientos, lunes y viernes, ya que el miércoles descansamos, fue bastante bien, en especial el viernes, donde nos dimos cuenta de los bien que jugamos sin balón, lo chula que es nuestra circulación de balón y que nos gusta crear y ser libres en la pista.
La clave del equipo pasa por la incorporación "espiritual" de los jugadores. Una vez tenga el equipo el compromiso de todos, nos iremos haciendo más fuertes cada día, y se reflejará en el juego.
Es una cuestión de utilizar el baloncesto para divertirse el rato que estamos en la pista.

Con respecto al partido, necesitamos jugar el cuarto -1, para que cuando llegue el primer cuarto, ya estemos con las pulsaciones adecuadas. El equipo respondió bien ante la propuesta de juego, y fuimos capaces de jugar en un +/- 5 durante tres cuartos del partido, con un juego dinámico y ofensivo. Seguiremos creciendo.