Vale, el titular es un poco escandaloso... ¿pero acaso el resultado no lo es? Nuestro equipo empieza a romperse por las costuras desde el primer minuto de juego. Todo es consecuencia del trabajo que se desarrolla durante la semana, soy consciente. Durante demasiado tiempo hemos trabajado en exceso la técnica individual ofensiva y poco la técnica individual defensiva. Aunque intentamos trabajar el cierre de rebote, el close out en recuperación desde lado contrario, la defensa del 1c1, lo cierto es que nos hace mucho daño cualquier rival medianamente físico al que nos enfrentamos. Nuestro problema defensivo tiene dos componentes, una técnico-táctica y otra de mentalidad, ambas se complementan y juntas forman, como los huracanes, una combinación explosiva.
No debemos llevarnos a engaño, el primer problema es técnico. Falta una correcta posición defensiva tanto en el 1c1 como en la lectura del bloqueo directo (o indirecto). A partir de ahí hay un problema generalizado a nivel táctico (no sabemos rotar las ayudas) y de actitud (nos quedamos mirando llenos de dudas) y mientras los rivales avanzan y nos generan mucho peligro. Somos muy blandos en el plano físico, nos arrollan con facilidad, en los balones divididos nos ganan por la mano, en el cierre de rebote siempre nos arrebatan el balón. Todos estos factores sumados hace que resulte extremadamente sencillo meternos puntos.
En ataque el equipo ha mejorado, se hacen mejores lecturas del juego colectivo, se mueve el balón con mayor precisión, no obstante falta puntería y un poquito de suerte en las definiciones.
El partido de esta jornada tiene poca historia, más allá de lo simétrico... primer cuarto 9-24 segundo, tercer y cuarto cuarto 8-26. Es decir que no hemos logrado cambiar la dinámica en ningún momento.
Queda mucho trabajo por delante. Dos semanas decisivas frente a dos rivales que a priori nos dejarán competir un poco más y quién sabe si nos permitirán llevarnos la victoria.
Muy importante trabajar todos estas semanas.

Es una pena que uno de nuestros mejores partidos en ataque se viera empañado por uno de nuestros peores partidos en defensa. Paradójico pero no tanto si tenemos en cuenta que apenas podemos trabajarla. No obstante el partido se pierde por tres cuestiones muy concretas: a) Las pérdidas en la salida del balón que provocan canastas fáciles no contestadas. b) El rebote. El dominio absoluto del rebote ofensivo por parte del rival le permite anotar al tercer, al cuarto o incluso al quinto intento, así por fuerza anotan en cada ataque!!! c) El pase largo en contraataque. Este aspecto se convirtió en una auténtica pesadilla para nosotros que no fuimos capaces de parar desde arriba la salida del balón, ni tampoco correr el balance defensivo correctamente, permitiendo que a cada rebote defensivo o incluso tras canasta recibida Daganzo montara un contraataque. Pase a exterior desde la zona, carrera de los pequeños por sus carriles exteriores, pase de beisbol desde 45º de campo de defensa... y así una y otra vez. Explicando en los tiempos muertos cómo pararlo y ni con esas fuimos capaces de cortar esa hemorragia que, a la postre, nos impidió competir un partido que, por lo demás, fue más igualado de lo que el marcador dice... en las jugadas de más de 15 segundos jugamos buenas defensas y lo mismo en los ataques... una pena en conjunto que por precipitación, de nuevo una ansiedad desmedida y la falta de concentración nos impida competir un partido más.
Toca seguir trabajando mucho la defensa.

Puede parecer una casualidad, es de hecho una afortunada casualidad, pero la primera semana que entrenamos con diez se produjo la primera victoria. Evidentemente se trata de un truco del calendario pero no obstante me gusta pensar que la semana que se trabaja bien se compite bien durante el partido del fin de semana.
Los físicos del miércoles han subido de intensidad, así como los entrenamientos, poco a poco el equipo va mejorando en muchos aspectos de técnica individual a base de trabajar ejercicios de salidas, cambios y finalizaciones. La defensa sigue siendo nuestro punto débil, así como el cierre del rebote, a pesar de que en este partido el rebote lo dominamos en todo momento, y en ambas zonas.
El partido fue muy igualado en todo momento, nunca llegó a decantarse por ninguno de los dos lados hasta bien entrado el último cuarto. Empate técnico en muchos aspectos del juego, que evidencian que los dos equipos tienen mucho recorrido para mejorar, especialmente de cara al aro. Durante varios minutos el marcador no se movía y parecía que el primero que encadenara una racha seguida se podría llevar el gato al agua, como así ocurrió.
Debemos aprender contra rivales así a jugar libres de presión y a atacar con fluidez y con determinación, debemos ser mucho más fuertes en defensa, disputar cada balón con energía y luchar por los rebotes cerrando a nuestro par.
Nos vamos muy contentos por la victoria y porque para el equipo supone una inyección de moral muy grande, ya que no habíamos logrado ganar en toda la temporada.

Una semana más hacemos balance de un mal partido, aunque esta semana sí que podemos introducir matices y hablar de cosas que se han mejorado notablemente. En primer lugar en ataque logramos jugar al baloncesto durante más rato que otras veces, logramos pasarnos el balón, mover a la defensa rival y atacar en uno contra uno desde el perímetro. Sacamos muchas faltas que nos llevaron a la línea de tiros libres con bastante más acierto que en otras ocasiones (14/20), casi la mitad de los puntos vinieron tras falta recibida. La clave del partido sin embargo fue el dominio absoluto del rebote que tuvo Distrito Olímpico. Apenas supimos cerrar el rebote y otorgamos segundas y terceras opciones que ellos no perdonaron. La clave fue esa. Respecto a otros partidos corregimos muchas cosas, aún queda mucho trabajo por delante pero sí que vamos en la línea adecuada. Nos falta todavía una mejor lectura en la presión del balón para frenar los contraataques rivales y llamar con más velocidad los bloqueos para evitar que nuestros compañeros se queden pinchados.
El tercer cuarto jugamos a un nivel pésimo y ahí se rompió el partido, una lástima porque hasta entonces no habíamos perdido la cara en ningún momento. El cuarto cuarto volvió a la senda de la primera mitad y logramos intercambiar puntos con el rival, lamentablemente todavía nos queda mucho recorrido, especialmente en defensa.

Subrayar como anecdota negativa que Joshua perdiera el autobús y no pudiera venir a jugar el partido con sus compañeros. Tenemos que estar concentrados en estos detalles también.

Ojalá no deba titular nunca más una crónica así y éste quede, para siempre, como el peor partido de la temporada 17-18. El equipo no volvió de navidades y se quedó en casa ante un rival, eso sí, que sorprendió por su buen nivel físico, atlético y táctico y del que me sorprende que haya caído a la fase de descenso.
El partido comenzó con una ausencia total de concentración en defensa y con muchos fallos en los primeros pases en ataque que propiciaron canastas fáciles rivales. Al minuto 5 de partido el resultado ya era 18-2. Difícil manejar una situación así, máxime cuando ya había pedido un tiempo muerto en el minuto 3 con un 8-2 en contra. No dimos en ningún momento con la tecla para parar al rival que campaba a sus anchas, con cualquier combinación que jugara y cambiando juego interior y exterior sin problemas, dominando, además, el rebote en ambos aros.
El resultado pasó a ser lo de menos muy rápidamente y empezamos a intentar trabajar otras cosas que nos pudieran servir de cara al futuro, pero no era día. No salía nada en ataque (incluso fallamos los contraataques en 1c0) y en defensa no lográbamos contener el juego rival por ningún sitio.
Es momento de pararse a reflexionar en aquellos aspectos del juego (defensivo en particular) en los que somos más débiles y empezar a reconstruir a partir de ahí. Conceptos básicos como la defensa del 1c1 en diferentes zonas del campo, pero sobre todo una cuestión de actitud hacia el partido. Tiramos la toalla muy pronto. En cuanto nos ganan un metro bajamos los brazos, no entramos con fuerza al choque, no peleamos con intensidad los balones y sistemáticamente cada balón dividido es ganado por los equipos rivales, por una cuestión de fe.
Las bajas de Sergio por un compromiso familiar también pesó, ya que él aporta muchos de los puntos que suma el equipo.
Mención especial a la baja definitiva de César, un jugador que sigo pensando que tiene mucho más baloncesto del que quiere creer. Cuando asiente la cabeza y madure comprenderá que cometió un gran error dejando el basket.

Como digo en el titular seguimos en un mal momento pero este partido, a pesar de lo abultado del resultado, nada tuvo que ver con el de la semana anterior. Jugábamos contra el líder, en su casa, conocíamos ya su juego interior y el excelente uso de los bloqueos entre postes que hacían, y que nuevamente nos hizo mucho daño. El partido fue especialmente frío, por el pabellón y por la hora, ocho de la tarde de un sábado. Apenas se desplazaron unos pocos padres y la verdad es que es de agradecer que algunos compañeros del Junior A se vinieran en el bus hasta Coras para apoyar.
Dos jugadores cadetes reforzaron la plantilla y la verdad es que hicieron un papel muy importante. Pero a pesar de eso volvimos a caer en nuestros errores más habituales, las pérdidas de balón. La ausencia de ideas en ataque cuando nos niegan las líneas y la dificultad para jugar desde dentro de la zona. No logramos meter el balón cerca del aro. En defensa nuestra actitud sigue siendo inadecuada, nos dormimos con demasiada frecuencia. Para ser honestos no puedo decir que todos los jugadores se duerman, pero es un juego colectivo y basta con que uno se descoloque para que el rival ataque esa ventaja. Y esa ventaja es mucha y cada vez más, pues los equipos van creciendo y mejorando.
Sobre el partido en sí no hay mucho que decir, empezamos fríos y con nervios, no logramos encadenar pases y no fuimos capaces de reproducir el dibujo táctico que llevamos semanas ensayando en los entrenamientos. En defensa los bloqueos, tanto los directos como los indirectos, nos siguen generando muchos problemas, ya que sigue habiendo una falta de comunicación y una indecisión a la hora de responder que provoca que los rivales saquen ventaja y finalicen con facilidad. En el juego interior defendemos blandos y con los brazos, lo que nos carga de faltas sin responder realmente a los problemas que nos plantean. En definitiva fue un partido para celebrar el regreso de César y desear que pronto se reincorpore Joshua y a partir de ahí trabajar duro de cara a la segunda fase en la que debemos dar otra imagen.

El sábado tuvimos un partido muy decepcionante. Para mí como entrenador, para los espectadores, para el club, y me gustaría pensar que también para los propios jugadores. El sábado volvimos a la primera semana de septiembre y por momentos pareció que nada de todo lo trabajado en estos ya casi tres meses hubiera servido para nada. Sin actitud y sin nociones básicas de la defensa del uno contra uno nos vimos desarbolados por un equipo al que le competimos mucho mejor en el partido de ida. El rival no necesitó de mucho para romper el partido, presionó a tres cuartos de cancha y con eso le bastó para forzar multitud de errores por nuestra parte. Pérdidas absurdas que desembocaban en canastas fáciles al contraataque. La clave sigue siendo la defensa. En particular la defensa del uno contra uno y la defensa del jugador sin balón. En la medida en la que no seamos capaces de achicar esa vía de agua será imposible mantener a flote el barco, pues no podremos competir nunca si en cada cuarto recibimos 20 puntos.
Tenía la sensación, equivocada, de que estábamos ya en un capítulo más avanzado de la defensa, hablábamos ya del close-out, de la rotación de ayudas, en mi cabeza empezaba a pensar en los conceptos básicos de la defensa de espacios. Pero no, volvemos al capítulo 1. El desplazamiento lateral, la reacción, la posición corporal frente al rival, las fintas defensivas.
También falló la actitud, cuando se bajan los brazos en defensa la vía de agua se convierte en un auténtico caudal torrencial y el equipo se rompe por las costuras.
La primera parte la perdimos de 20. la segunda de 38 . Con eso está todo dicho.
Debemos sacar coraje, orgullo, amor propio y creer en lo que hacemos. Son ingredientes imprescindibles para la construcción eficaz de una defensa. Sin ellos no podremos avanzar, por mucho que hablemos de flexión de las rodillas, de centro de gravedad, del desplazamiento lateral de los pies, de la actividad de manos, de la posición del cuerpo frente al balón, de la línea balón-aro... sin ganas de robar el balón, sin hambre, sin competitivad no hay nada que hacer.
Mucho trabajo por delante.
A POR ELLO!

Tras varias semanas con el equipo en caída libre, acusando las ausencias de nuestros postes Joshua y César, siendo incapaces de competir y de contener el juego de nuestros rivales este fin de semana fuimos por primera vez un equipo capaz de creer, de remontar, de poner las cosas difíciles al rival y de, en definitiva, competir. Eso sí todavía nos cuesta empezar centrados los partidos. No obstante realizamos un buen segundo cuarto y un excelente tercer cuarto en el que remontamos el resultado y llegamos a ponernos a tres puntos del rival. Muy importante la labor defensiva y la fe en nuestro uno contra uno.
Seguimos teniendo asignaturas pendientes, fundamentalmente en el balance defensivo, la defensa del contraataque y la defensa del uno contra uno. En ataque seguimos trabajando conceptos de espacios que poco a poco van quedando grabados en nuestros jugadores. Debemos mejorar la técnica individual, para aumentar nuestra capacidad de pasar y romper. En esta semana recuperaremos a César, sin duda una gran noticia.

Es difícil escribir la crónica de un partido cuando absolutamente nada de lo que se lleva trabajando desde la pretemporada se pone en práctica en la cancha. El rival era conocido. En la ida habíamos perdido en su cancha pero habíamos luchado buena parte del partido, habíamos pecado de ser un equipo muy blando y muy ingenuo, apenas habíamos jugado juntos... eran aspectos que deberían estar ya corregidos de cara al partido en casa, pero no. Enorme jarro de agua fría para los chicos y para mí mismo que nos vimos desbordados en todo momento. Apenas duramos el primer cuarto y el equipo se empezó a romper por las costuras nada más empezar el segundo, constantes pérdidas de balón propiciadas por malas decisiones nuestras, malas lecturas defensivas, ausencia de comunicación en los bloqueos, desajustes en los marcajes, malísimos balances defensivos y un largo etcétera de circunstancias que propiciaron que la diferencia final superara los cuarenta puntos. Partido de esos que hacen replantear todo lo trabajado y repensar al completo la planificación y las prioridades a la hora de seleccionar los ejercicios para las sesiones futuras de entrenamiento.
Está claro que hay que incidir mucho en el uno contra uno, tanto en ataque como en defensa, como elemento primario del juego. A partir de ahí podremos poner otros ladrillos de juego colectivo, pero sin 1c1 y sin unos mínimos de pase y bote no podemos pasar al siguiente capítulo.
Seguimos luchando.

Tras un fin de semana de descanso por el puente del Pilar hemos vuelto a la competición en San Fernando de Henares. Una semana en la que hemos priorizado tres objetivos claros en los entrenamientos. A nivel de técnica individual hemos puesto el acento en el pase. A nivel de táctica colectiva en ataque nos hemos centrado en los movimientos entre exteriores, pasar, cortar y reemplazar, pero también romper y doblar, y añadir el extra-pass para habilitar el tiro. Por último a nivel de táctica colectiva en defensa hemos trabajado precisamente la posición de la defensa, el lado fuerte y el lado débil y la rotación de las ayudas. Bien, pues nada de lo trabajado en defensa surte efecto. En ataque el equipo empieza a encontrarse, juega con cierto criterio, rompe sin miedo en uno contra uno y empieza a moverse de forma colectiva con sintonía, con muchos errores, eso sí, pero poco a poco empiezan a verse los frutos del trabajo. Nos sigue faltando mucho acierto y una mayor capacidad de concentración en la línea de tiros libres, donde perdonamos en esta ocasión nada menos que 18 puntos. Sin embargo en defensa nada de lo que trabajamos se transfiere a la competición. Defendemos mal el balón, defendemos mal la línea de pase, defendemos mal el contraataque, no rotamos correctamente en ayudas, llegamos tarde y siempre en desventaja. Mi trabajo como entrenador consiste en desmenuzar esos errores y lograr reducirlos y catalogarlos para ir corrigiendo uno por uno los factores individuales que nos castigan como conjunto. Debemos trabajar la defensa del balón, la posición de los pies, del centro de gravedad, la flexión de las rodillas, la actividad de brazos, el movimiento lateral de los pies. Debemos trabajar la concentración de los jugadores que no defienden el balón, la intensidad de su defensa, las fintas defensivas, la actividad de pies, negar los cortes, el "pasaba por allí" consistente en intentar molestar si se pasa cerca del balón. Tenemos una actitud tremendamente indolente en defensa y esto es algo que debe corregirse de inmediato o de lo contrario será imposible que ganemos nunca ningún partido.
A nivel ofensivo ya digo que me voy satisfecho con el trabajo y con las cosas que se van viendo, a nivel individual y colectivo y con la mejoría notable de algunos jugadores. En el plano físico también se nota una consolidación del estado de forma y parece que empezamos a aguantar el ritmo de la competición, algo que no hacíamos hace escasas tres semanas.
Esta semana seguiremos trabajando la defensa y el pase.

Primer partido de la temporada para un equipo nuevo, en construcción y con muchos jugadores sin experiencia previa en competición federada. Tras un largo mes de pretemporada ya había muchas ganas de pisar una cancha y empezar lo que a todos nos gusta, la competición. Como siempre en estos casos algunos nervios, especialmente en aquellos jugadores que nunca habían competido en el entorno de la FBM. Jugamos en un colegio, con bastante público animando al equipo local, y un equipo local con muchas ganas de demostrar que han dado un paso adelante. El partido empezó con muchas imprecisiones, pases perdidos, violaciones de pasos o dobles, tres segundos en la zona, por parte de ambos equipos. Mucha intensidad y ganas pero poco acierto de cara al aro. Poco a poco los jugadores se fueron soltando pero siempre dentro de una anotación muy baja. Para nosotros costaba mover el balón con criterio fuera del perímetro y apenas conseguíamos meter el balón en la zona de poste bajo, donde podríamos sacar provecho de nuestra altura.
El partido fue avanzando y hasta el descanso no tuvo un claro dominador, funcionaba más bien por rachas y arreones de uno y otro equipo. El tercer cuarto, sin embargo, determinó el cambio de giro definitivo. Los locales impusieron su mejor adaptación a la competición y su superioridad física, no en vano son un equipo de segundo año. Todo ello ayudado por nuestros pases imprecisos que nos llevaban a perder el balón y sufrir los contraataques del Juan de la Cierva. Este cuarto supuso un jarro de agua fría ya que hizo que los rivales se fueran al entorno de los 20 puntos de ventaja, ventaja que supieron administrar durante el resto del partido. En el último cuarto mejoramos muchos aspectos, que aunque no sirvieron de cara al resultado final sí que nos hicieron terminar con la satisfacción de haber trabajado y mejorado determinadas situaciones concretas. Añadir, como dato preocupante, el fallo en los tiros libres, fallando más de 16 tiros es muy difícil ganar un partido. Como aspectos positivos supimos romper en el uno contra uno, y si bien tuvimos mucha mala suerte de cara al aro en las finalizaciones no me cabe duda de que esa es la línea por la que debemos seguir.
Semana de trabajo a la vista en la que seguiremos ahondando en tres ideas:
- 1c1 y finalizaciones
- Pasar, cortar y reemplazar como moviemiento básico del ataque
- Defensa del jugador con balón.